MARCO TEÓRICO
IDIOSINCRACIA CULTURAL DE COLOMBIA
MENAJE CULINARIO
La cocina es rancho aparte, es una expresión popular que proviene de la costumbre indígena de construir al lado del tambo de habitación, aquel rancho exclusivo para
la preparación de alimentos. Fue hecho con indudable sencillez e ingenio, a partir del entorno vegetal, los animales, los minerales y la habilidad en la cerámica.
Pilones y morteros salieron de maderas duras (nogal); de otras de más fácil talla (higuerones) las bateas, caguingas y mecedores; vasos o cañutos se hicieron con tarros de guadua y de yarumo, y con la misma guadua, canoas para chicha; rallo! y raspadores, con tablillas y cuarzos insertados; cestería de múltiples formas y usos con hojas de palma trenzadas; fabricaron venteadores (chinas y envoltorios) de estas mismas
hojas, destacándose la utilización de las hojas de bihaos o bijaos (calathea y heliconia)
y de iraca. Tanto verdes como secas, las hojas pequeñas del maíz sirvieron para envueltos de choclo u otras preparaciones, y de la tuza del mismo, hicieron combustible para fogones. Del uso de frutos vaciados, de amplia diversidad en tamaño y forma, surgieron calabazos y tarralíes, que permitían indistintamente proporcionar, servir, conservar y transportar alimentos. Fibras y bejucos tenían por función el amarre y ser materia prima para yesqueros, coladores o tamices.
Entre los utensilios de origen animal se destacan las bolsas de cuero, obtenidas a partir de estómagos y tripería de los mamíferos mayores (puerco de monte y venado). Picos de tucán (diostedé) y de otras aves, sirvieron como herramienta para perforar materiales rígidos o sacar comida. Palancas y cucharas se derivaron de los huesos, y de las conchas de tortuga y armadillo, los recipientes para la preparación de alimentos.
El tercer reino de la naturaleza proveyó al aborigen con piedras de tamaño, forma y consistencia especial. El construyó fogones de rendimiento absoluto, labró sus piedras de moler (metates) e implementó aquel sencillo, versátil y utilitario instrumento de cocina: la mano de piedra. Aún están presentes en las cocinas del campo los cuchillos de sílex y obsidiana, hachuelas, morteros y pilones. De este reino se sacó
todo el provecho que se pudo.
IDIOSINCRACIA CULTURAL DE COLOMBIA
MENAJE CULINARIO
La cocina es rancho aparte, es una expresión popular que proviene de la costumbre indígena de construir al lado del tambo de habitación, aquel rancho exclusivo para
la preparación de alimentos. Fue hecho con indudable sencillez e ingenio, a partir del entorno vegetal, los animales, los minerales y la habilidad en la cerámica.
Pilones y morteros salieron de maderas duras (nogal); de otras de más fácil talla (higuerones) las bateas, caguingas y mecedores; vasos o cañutos se hicieron con tarros de guadua y de yarumo, y con la misma guadua, canoas para chicha; rallo! y raspadores, con tablillas y cuarzos insertados; cestería de múltiples formas y usos con hojas de palma trenzadas; fabricaron venteadores (chinas y envoltorios) de estas mismas
hojas, destacándose la utilización de las hojas de bihaos o bijaos (calathea y heliconia)
y de iraca. Tanto verdes como secas, las hojas pequeñas del maíz sirvieron para envueltos de choclo u otras preparaciones, y de la tuza del mismo, hicieron combustible para fogones. Del uso de frutos vaciados, de amplia diversidad en tamaño y forma, surgieron calabazos y tarralíes, que permitían indistintamente proporcionar, servir, conservar y transportar alimentos. Fibras y bejucos tenían por función el amarre y ser materia prima para yesqueros, coladores o tamices.
Entre los utensilios de origen animal se destacan las bolsas de cuero, obtenidas a partir de estómagos y tripería de los mamíferos mayores (puerco de monte y venado). Picos de tucán (diostedé) y de otras aves, sirvieron como herramienta para perforar materiales rígidos o sacar comida. Palancas y cucharas se derivaron de los huesos, y de las conchas de tortuga y armadillo, los recipientes para la preparación de alimentos.
El tercer reino de la naturaleza proveyó al aborigen con piedras de tamaño, forma y consistencia especial. El construyó fogones de rendimiento absoluto, labró sus piedras de moler (metates) e implementó aquel sencillo, versátil y utilitario instrumento de cocina: la mano de piedra. Aún están presentes en las cocinas del campo los cuchillos de sílex y obsidiana, hachuelas, morteros y pilones. De este reino se sacó
todo el provecho que se pudo.