Vichada Colombia Guía Turística
Bienvenidos a Vichada
Vichada, la “octava maravilla del
mundo”
En 1799, cuando Alexander von
Humboldt se aventuraba hacia territorio americano, jamás pensó que el término
“abundancia” podría adquirir un significado nuevo. El mar, los ríos, las
playas, las islas, la vegetación, todo era conocido por este geógrafo y
naturalista alemán. Sin embargo, los escenarios europeos no lo habían preparado
para encarar el espectáculo de naturaleza y biodiversidad que le esperaba en el
“Nuevo Continente”. Miles de kilómetros, a través del alto Orinoco, marcarían
la ruta del explorador germano por el escenario neogranadino.
Aquello que antes impactó a Von
Humboldt se conserva aún en el Departamento de Vichada, como un testimonio de
la riqueza natural y la diversidad geográfica de los Llanos Orientales. La
confluencia de los ríos Meta, Tomo, Tuparro, Vichada y Guaviare,
correspondientes a la vertiente del Orinoco; los raudales de Atures y Maypures,
exponentes de la fortaleza hidrográfica; playas naturales, escenarios de fauna
y flora nativa; delfines que acompañan la travesía fluvial; bagres, bocachicos,
cachazas y sapuaras, entre otras especies de agua dulce; bosques de galería,
humedales y zonas inundables, ecosistemas típicos de la región oriental;
mamíferos, como dantas, pumas, osos hormigueros, picures y perros de monte; y
aves endémicas, como alcaravanes, tiranas y gallitos de roca, complementan esta
escena, calificada por el aventurero alemán como “la octava maravilla del
mundo”, hoy al alcance de la comunidad viajera nacional.
Los visitantes “capturan” la
esencia natural y humana de Vichada.
Regresar a casa significa llevar
consigo la imagen de los aborígenes que habitan las localidades; es guardar el
recuerdo de los peces ornamentales nativos de la región, entre ellos el arawana
azul, el cardenal y el neón; significa revivir el encuentro con las especies
que habitan los ecosistemas vichadenses; es comprender finalmente, así como
Alexander von Humboldt, el valor de la “abundancia
Vichada
Un departamento para todos los
gustos
Vichada es tierra de selvas, como
la del Matavén. Allí, más de dos millones de hectáreas, y cerca de 16
resguardos indígenas, se conservan como foco de vida silvestre y evidencia del
pasado ancestral.
El departamento es escenario de
lagunas, como la de Gibisí, en Santa Rita, o la de Primavera, en el municipio
del mismo nombre. Pavones, rayas, garzas, moriches y alcornocos se cuentan
entre las especies que acompañan dichos atractivos.
Esta región oriental, además, es
epicentro arqueológico. Pinturas rupestres, petroglifos y cementerios indígenas
se han convertido en núcleos de investigación especializada.
Vichada es tierra de herederos. La
escena de los pueblos primigenios se mantiene en la actualidad como un
documento del patrimonio inmaterial vichadense. Guahibos, amorúas y puinaves,
entre otras comunidades aborígenes, evidencian el legado histórico de los
ancestros locales. Sus modos, costumbres y rituales han encontrado el asilo y
valoración necesarios para la protección de la identidad departamental.
Refugios naturales como el Nimajay
o Bojonawi, que conservan el territorio y tradiciones de indígenas, garantizan
su permanencia y posibilitan, además, el contacto respetuoso con el mundo exterior.
En un solo lugar, el canto de
turpiales y arrendajos se mezcla con el rugido de los tigres o el aullido de
los zorros; el color verde de las sabanas llaneras contrasta con el amarillo de
las playas arenosas, en las orillas de los ríos Bita y Orinoco; los
afloramientos rocosos se levantan sobre las zonas hídricas del departamento; y,
en general, la naturaleza se exhibe generosamente para confirmar la reputación
turística vichadense como destino de ecología y conservación ambiental.
Espacios para la contemplación,
desde los cerros; diversión y esparcimiento, en los balnearios y playas;
conciencia ambientalista, a través de los bosques y selvas orientales;
recuerdos ancestrales traídos al presente; emoción, en los raudales de la
Orinoquía; asombro ante la biodiversidad y amor por la naturaleza serán, en
conclusión, las sensaciones infaltables en esta aventura por los llanos del
extremo oriental colombiano.
Fuente: Vichada, Colombia
Guía Turística
Vive Colombia