Cundinamarca, Colombia, Guía Turística Parques naturales

  

Cundinamarca, Colombia,  Guía Turística
Parques naturales
Cabe resaltar que el departamento cuenta con importantes parques y reservas, que sobresalen por sus atractivos naturales.
Tratándose de parques nacionales, Cundinamarca cuenta con dos de destacada belleza: el Parque Nacional Natural Chingaza, que abarca 76.600 ha. de paisajes solitarios y nublados, donde se pueden observar diversas especies. Este parque es considerado una fábrica de agua, la demostración más grande son las lagunas de Siecha y Chingaza.
Otra de sus importantes reservas es el Parque Nacional Natural del Sumapaz, que comparte con los departamentos de Meta y Huila. Está ubicado entre la cordillera Oriental y el piedemonte llanero, y es uno de los principales ecosistemas de páramo que existen en el país. Por ser un ecosistema tan rico y protegido, cuenta con innumerables fuentes de agua, razón por la cuál ha sido objeto de conservación.
Historia de Cundinamarca
Cundinamarca ha sido cuna de diversas civilizaciones desde la prehistoria. Los primeros indicios señalan que esta zona fue poblada hace 12.000 años, por hombres primitivos que se dedicaban a la caza y la recolección, provenientes del valle del río Magdalena, quienes tenían su asentamiento en los abrigos rocosos del Tequendama.
Los estudios arqueológicos indican que Cundinamarca fue poblada por tribus muiscas de la familia lingüística chibcha hace tres mil años, en lo que se conoce como el periodo Clásico. Se trataba de agricultores que siglos después fueron invadidos por otros pueblos de origen caribe, provenientes del norte del país.
Durante la Conquista y la Colonia, los habitantes de esta región tuvieron que sacar su casta guerrera para enfrentar a los españoles, en luchas con aborígenes comandados por el zipa, un legendario cacique de la zona que gobernaba los pueblos conocidos hoy como la sabana norte.
El territorio cundinamarqués, además, fue escenario de cumbres de los conquistadores españoles Gonzalo Jiménez de Quesada, Nicolás de Federmán y Sebastián de Belalcázar. A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, desde el departamento se definió el rumbo del país, con la transición de la Gran Colombia al Estado soberano de Cundinamarca. Las luchas entre centralistas y federalistas tuvieron lugar aquí, así como el proceso de reconquista español. independiente y libre del régimen español que se pretendió establecer a partir de 1810, cuando se gestó la Independencia.
Pero fue a finales del siglo XIX cuando comenzó a delimitarse el territorio cundinamarqués, como se conoce actualmente, a partir de la Constitución Política de 1886. A partir de allí se constituyó la República de Colombia, gobernada entonces desde Tocaima por el presidente Manuel Antonio Sanclemente, quien no soportaba el frío del altiplano.
Ya en el siglo XX, Cundinamarca pasó a ser gobernada desde Bogotá, que es su capital administrativa, aunque la Gobernación no tiene injerencia en la administración de la ciudad. Durante el Gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, a mediados del siglo XX, Bogotá se convirtió en distrito especial, y 40 años después, en distrito capital, aunque sigue siendo la sede administrativa del departamento, bajo un régimen autónomo e independiente en política y recursos.
Fueron Antonio Nariño y Camilo Torres, en Cundinamarca, los protagonistas del forcejeo por la definición del modelo de nación.
Cronología
En 1538, la sabana de Bogotá fue escenario del encuentro de los conquistadores Gonzalo Jiménez de Quesada, Nicolás de Federmán y Sebastián de Belalcázar.
En 1548 se constituyó la Real Audiencia, perteneciente al Virreinato del Perú.
Desde 1564 se nombraron presidentes.
El 20 de julio de 1810 se dio la gesta de la independencia en territorio cundinamarqués.
En 1831 se separó la Gran Colombia, y Cundinamarca se constituyó en uno de sus departamentos.
En 1886, gracias a la nueva Constitución Política, Cundinamarca se convirtió en departamento, a partir de la creación de la nueva República de Colombia.
La Constitución de 1991 la ratificó como distrito capital; así, la convirtió en ente independiente y de primer orden en el país.
Fuente: Cundinamarca, Colombia,  Guía Turística


Guía Quindío Agroturismo - Turismo Rural

  

Guía Quindío
Agroturismo - Turismo Rural
El café fue la razón fundamental para crear una nueva forma de hacer turismo en el Quindío. Hoy los dueños de fincas son anfitriones que facilitan las condiciones a los viajeros interesados en conocer todo acerca de la cultura cafetera, y que quieren ver cómo los caficultores siembran, recogen, secan y trillan el grano. Todo un proceso por el que se ha logrado el prestigio mundial de dicho producto agrícola.
Hacer turismo rural en las fincas del Quindío significa contemplar los cafetos llenos de frutos, disfrutar la naturaleza, divisar el vuelo de mariposas multicolores y escuchar el canto de cientos de pájaros. Es el placer de la grata compañía, de una buena charla campesina y del suave sabor del café recién colado.
Las haciendas cafeteras, que en su mayoría sirven de hospedaje, están presentes en casi todos los municipios del Quindío. Pero además del conocimiento de la cultura cafetera, el turismo rural implica varios temas complementarios que tienen que ver con la rutina diaria del trabajador y de quienes idearon la forma de mostrar una parte de Colombia a través de las costumbres y las tradiciones. proceso por el que se ha logrado el prestigio mundial de dicho producto agrícola.
Pionero en el desarrollo de estos complejos turísticos, el departamento del Quindío concentra gran parte de su potencial con el ofrecimiento de los parques Nacional del Café en Montenegro y el Nacional de la Cultura Agropecuaria Panaca en Quimbaya; así mismo, con el Jardín Botánico del Quindío y el parque Recorrido de la Cultura Cafetera Recuca, ambos localizados en jurisdicción de Calarcá. Además de ser lugares de entretenimiento, estos espacios recrean en gran medida la naturaleza, los recursos, la economía y las tradiciones quindianas.
Es tan importante el aporte de los parques al sector turístico, que su visita es una actividad obligada en los planes de los viajeros, quienes por su cuenta, o a través de agencias, reservan el tiempo necesario para obtener los servicios de los parques, independientemente de que ya se hayan visitado en ocasiones anteriores. Porque, entre otras razones, dichos lugares se renuevan con frecuencia para ofrecer más sorpresas a los visitantes.
Los parques se han consolidado como una oferta turística gracias al trabajo recursivo de los quindianos, quienes idearon la manera de juntar en un solo lugar muchas de las razones que hacen atractivo todo el destino. Aquí, además de diversión, hay aprendizaje, amor por la región y nacen deseos irrefrenables de volver o de recorrer la zona. Los parques emulan un itinerario por el departamento, exponiendo de una manera acertada muchas de sus características.
El Quindío dispone de las instalaciones y la logística necesarias para la realización de convenciones empresariales. Hoteles, haciendas y centros vacacionales rodeados de viva naturaleza, reciben a menudo grupos importantes de personas, que simultáneamente a suparticipación en eventos, asisten a los sitios de interés del departamento.
Entre los diferentes recintos, está el moderno Centro Cultural Metropolitano de Armenia, el más grande de la zona cafetera con capacidad para 1.400 personas en sus sofisticadas instalaciones de 15.500 m2 de área total y un moderno auditorio de 1.000 m2. Se obtienen aquí todas las ventajas para la reserva y desplazamiento de los visitantes hacia los hoteles urbanos y campestres escogidos, para que el viaje al Quindío sea a la vez una experiencia de negocios y entretención.
Informes: Centro Cultural Metropolitano. (6) 7495234 314 6840718.

Fuente: Guía Quindío

Región Andina, mitos y leyendas El Mohan o Mojan del Tolima y Huila


Región Andina, mitos y leyendas
El Mohan o Mojan del Tolima y Huila vive en los posos oscuros de los ríos y quebradas tropicales, es personaje tutelar de las aguas y ahoga a quienes intentan bañarse en sus dominios. Los campesinos cundinamarqueses le atribuyen la crecida de los ríos a los “mojanes” y no a la Madremonte. A veces se confunde en el Tolima con el Poira llanero.
La Llorona es igualmente un mítico selvático, muy popular en las selvas del Carare en Antioquia. Personalmente puede comprobar un terrible alarido por cuatro voces en 1940 en otra región de Colombia, en las selvas de la cadena de Guayuriba, región de La Mistralita, en la zona comprendida entre los ríos Negro y Quenane en el departamento del Meta.
Siempre aparece en noches de luna, cuando los monteros solo temen a dos cosas: al tigre, que en tales noches sale a cazar, y al horrendo grito de la Llorona. La lógica indica que el grito debe corresponder a algún tipo de animal, pero su efecto aterrador no permite verificar a que pueda deberse.
La Candileja o luz viajera es un mito compañero de El Mohán y es una luz que aparece en las montañas y cementerios y cuya explicación se debe dar a algún viajero nocturno que fuma un tabaco o lleva una iluminaria o a los fuegos fatuos que se ven en los cementerios campesinos y que son emanaciones de fósforo que salen de las tumbas y al contacto con el oxigeno del aire se encienden; este fósforo procede de los huesos enterrados o, a veces, de metales sepultados en las guacas indígenas.
Entre los mitos menores de la Región Andina se pueden mencionar el de El Poira, en la zona del Huila y el Tolima. La Lengüilarga de Antioquia, que es compañera del Hojarasquin del monte, es un mito menor que también pertenece a la selva; aparte de la notable longitud de su lengua, no se conoce descripciones especiales que se relacione con ese nombre.
Entre las supersticiones se cuentan con los duendes y los espantos, simples apariciones sin virtud maléfica que asustan a los viajeros tímidos, a los borrachos y aventureros nocturnos. En cada zona encontramos estos y muchos más mitos, supersticiones y leyendas.
Medicina Popular
Los campesinos mestizos aplican con frecuencia a sus enfermos yerbas y extractos en forma de cocciones, infusiones, maceraciones, emplastos y pociones, entre otros. Heredados por tradición oral, tomados de las tribus indígenas antecesoras a su estirpe o cercanas a su ambiente, estos conocimientos se utilizan sin saber prácticamente nada acerca de las propiedades farmacológicas de los principios activos de muchas plantas y extractos animales. En medicina popular los más utilizados en la región son el “fute”, la tela de araña y el polvo de los quicios.
Se llama fute a los hongos de penicilina que se forman en el maíz que una vez pilados, se entierra debidamente envuelto y en pocos días produce una masa blanca de hongos que aplicada localmente en las heridas previene las infecciones o ingerida con miel durante los partos, evita la fiebre puerperal; también es aplicada en el ombligo del recién nacido como antiséptico. En cuanto a la tela de araña y al polvo de los quicios, estos también contienen hongos, pero de terramicina o estreptomicina, eficaces aunque
peligrosos por el bacilo tetánico que se halla en las tierras.
La savia del trompeto o sarno también se aplica como desinfectante y anestésico; igualmente conocidos y utilizados en la región andina son el borrachero o huanto, la yerbabuena, el toronjil, el apio, la salvia, el ruibarbo, la mazanilla, el romero, el
tomillo, la higuerilla, y otras muchas plantas y yerbas que en dosis no excesivas pueden ser eficaces.
Fuente: Convenio 1412/2007
Ministerio de Cultura

Fundación Taller de Arte Junior

Vichada Colombia Guía Turística - Bienvenidos a Vichada

  

Vichada Colombia  Guía Turística           
Bienvenidos a Vichada
Vichada, la “octava maravilla del mundo”
En 1799, cuando Alexander von Humboldt se aventuraba hacia territorio americano, jamás pensó que el término “abundancia” podría adquirir un significado nuevo. El mar, los ríos, las playas, las islas, la vegetación, todo era conocido por este geógrafo y naturalista alemán. Sin embargo, los escenarios europeos no lo habían preparado para encarar el espectáculo de naturaleza y biodiversidad que le esperaba en el “Nuevo Continente”. Miles de kilómetros, a través del alto Orinoco, marcarían la ruta del explorador germano por el escenario neogranadino.
Aquello que antes impactó a Von Humboldt se conserva aún en el Departamento de Vichada, como un testimonio de la riqueza natural y la diversidad geográfica de los Llanos Orientales. La confluencia de los ríos Meta, Tomo, Tuparro, Vichada y Guaviare, correspondientes a la vertiente del Orinoco; los raudales de Atures y Maypures, exponentes de la fortaleza hidrográfica; playas naturales, escenarios de fauna y flora nativa; delfines que acompañan la travesía fluvial; bagres, bocachicos, cachazas y sapuaras, entre otras especies de agua dulce; bosques de galería, humedales y zonas inundables, ecosistemas típicos de la región oriental; mamíferos, como dantas, pumas, osos hormigueros, picures y perros de monte; y aves endémicas, como alcaravanes, tiranas y gallitos de roca, complementan esta escena, calificada por el aventurero alemán como “la octava maravilla del mundo”, hoy al alcance de la comunidad viajera nacional.
Los visitantes “capturan” la esencia natural y humana de Vichada.
Regresar a casa significa llevar consigo la imagen de los aborígenes que habitan las localidades; es guardar el recuerdo de los peces ornamentales nativos de la región, entre ellos el arawana azul, el cardenal y el neón; significa revivir el encuentro con las especies que habitan los ecosistemas vichadenses; es comprender finalmente, así como Alexander von Humboldt, el valor de la “abundancia
Vichada
Un departamento para todos los gustos
Vichada es tierra de selvas, como la del Matavén. Allí, más de dos millones de hectáreas, y cerca de 16 resguardos indígenas, se conservan como foco de vida silvestre y evidencia del pasado ancestral.
El departamento es escenario de lagunas, como la de Gibisí, en Santa Rita, o la de Primavera, en el municipio del mismo nombre. Pavones, rayas, garzas, moriches y alcornocos se cuentan entre las especies que acompañan dichos atractivos.
Esta región oriental, además, es epicentro arqueológico. Pinturas rupestres, petroglifos y cementerios indígenas se han convertido en núcleos de investigación especializada.
Vichada es tierra de herederos. La escena de los pueblos primigenios se mantiene en la actualidad como un documento del patrimonio inmaterial vichadense. Guahibos, amorúas y puinaves, entre otras comunidades aborígenes, evidencian el legado histórico de los ancestros locales. Sus modos, costumbres y rituales han encontrado el asilo y valoración necesarios para la protección de la identidad departamental.
Refugios naturales como el Nimajay o Bojonawi, que conservan el territorio y tradiciones de indígenas, garantizan su permanencia y posibilitan, además, el contacto respetuoso con el mundo exterior.
En un solo lugar, el canto de turpiales y arrendajos se mezcla con el rugido de los tigres o el aullido de los zorros; el color verde de las sabanas llaneras contrasta con el amarillo de las playas arenosas, en las orillas de los ríos Bita y Orinoco; los afloramientos rocosos se levantan sobre las zonas hídricas del departamento; y, en general, la naturaleza se exhibe generosamente para confirmar la reputación turística vichadense como destino de ecología y conservación ambiental.
Espacios para la contemplación, desde los cerros; diversión y esparcimiento, en los balnearios y playas; conciencia ambientalista, a través de los bosques y selvas orientales; recuerdos ancestrales traídos al presente; emoción, en los raudales de la Orinoquía; asombro ante la biodiversidad y amor por la naturaleza serán, en conclusión, las sensaciones infaltables en esta aventura por los llanos del extremo oriental colombiano.
Fuente: Vichada, Colombia
Guía Turística
Vive Colombia


INFORMACIÓN GENERAL PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA PARA GUARDAPARQUES VOLUNTARIOS BIODIVERSIDAD

INFORMACIÓN GENERAL
PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA
PARA GUARDAPARQUES VOLUNTARIOS

BIODIVERSIDAD
En el área occidental del Parque predomina el páramo, con gran presencia de lagunas y humedales. Descendiendo altitudinalmente están la selva andina y la subandina.
Flora:
En las inmediaciones de la laguna Chingaza se han registrado no menos de 383 especies de plantas y se estima que la flora total del Parque puede sobrepasar las 2.000 especies.
Asociadas a varias comunidades de vegetación nativa de Chingaza, existen ocho especies de musgo de pantano, que son maravillas ecológicas en cuanto a la conservación de la humedad ambiental, pues pueden absorber hasta 40 veces su peso de agua. Es importante destacar especies endémicas, como los frailejones, los cuales crecen incluso dentro de los bosques.
Predominan también, el encenillo, la valeriana, el pino colombiano, el chusque y comunidades de Turberas en las zonas pantanosas.
Fauna
En lo que tiene que ver con fauna, en el Parque Chingaza se encuentran algunas de las especies reportadas para Colombia en peligro de extinción, como:
 Oso Andino (Tremarctos ornatus)
 Venado cola blanca (Odocoiles virginianus)
 Venado colorado (Mazama Rufina)
 Danta de paramo (Tapirus pinchaque)
 Cóndor de los Andes (Vultur gryphus)
 Borugo de Paramo (Agouti taczanowskii)
 Gallito de roca (Rupicola peruviana)
 Puma (Felis concolor)
El gran número de especies endémicas, hace que la Cordillera Oriental, sea una de las más importantes regiones eco geográficas, para la fauna de mariposas de montaña de Colombia. Además se han reportado aproximadamente 180 especies de aves para la zona. Existen registros de 16 especies de anfibios y seis de reptiles.
SITIOS DE INTERÉS
Los senderos de interpretación se constituyen como algunos de los sitios de mayor interés, entre ellos están:
 Piedras gordas
 Suasie: una trocha que parte de Monterredondo, el centro administrativo y atraviesa tres ecosistemas.
 La arboleda: que permite una magnífica panorámica de toda la zona montañosa.
La Ye: ofrece una vista insuperable de la laguna de Chingaza en toda su extensión.
 El mirador de los Cóndores: muy cerca de donde fueron liberadas estas aves dentro del programa de repoblación de esta especie y desde el cual, con buena suerte es posible observarlas en horas despejadas.
 Lagunas de Siecha: recorre por una ruta señalizada las tres lagunas de Siecha, por senderos de Páramo, quebradas, pantanos de páramo y miradores naturales.
ACTIVIDADES ECOTURISTICAS
A partir del momento que se ingresa al parque, el visitante puede contemplar, desde el vehículo, la majestuosidad y belleza del paisaje de páramo y selva andina: valles, montañas, lagunas, cascadas y algunas especies de fauna silvestre como el venado, son el atractivo especial de la vía.
Los paisajes del Parque están dirigidos a personas interesadas en recrearse mediante la contemplación de los valores del paisaje natural, en particular del páramo, sus formaciones montañosas, las lagunas, su flora y su fauna, complementado con el paisaje campesino de la sabana de Bogotá y con las memorias de la cultura Muisca.
INFRAESTRUCTURA PARA GPVs
El Parque cuenta con las siguientes instalaciones
 2 retenes de ingreso, uno en Piedra gordas (Vía La Calera) y otro en La Paila (vía a Fomeque)
 2 puestos de control, uno en Palacio y otro en Siecha
 El centro administrativo, Monterredondo, constituido por:
o 4 oficinas individuales
o 1 auditorio con capacidad para 30 personas
o 1 albergue para visitantes, capacidad 30 personas
o 8 casetas para camping, capacidad 30 personas
o 1 casona para el alojamiento de los funcionarios
En cada uno hay cabaña y lugar para el alojamiento de los GPVs, la idea es que durante el servicio se rote por los distintos puestos de control, comenzando en Monterredondo.
Las instalaciones son buenas, especialmente monterredondo, donde está la zona ecoturística, hay calefacción, agua caliente, computador y se compra la comida.
En las otras hay que cocinar y generalmente se cocina con los funcionarios. Es importante llevar alimentos que sirvan para comer durante las caminatas.
Fuente: INFORMACIÓN GENERAL
PARQUE NACIONAL NATURAL CHINGAZA
PARA GUARDAPARQUES VOLUNTARIOS
Ministerio del Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales

Dirección Territorial Orinoquia

Costa Pacífica Colombiana MITOS Y SUPERSTICIONES

Costa Pacífica Colombiana
MITOS Y SUPERSTICIONES
Los Mitos y las Leyendas son una de las costumbres más importantes del pueblo colombiano. Hacen parte de la tradición oral de los pueblos que se encargaron de unir la fantasía con las creencias populares, el resultado fue una serie de cuentos que han ido evolucionando a través de los siglos.
Son fantasías que fueron tomando forma gracias al imaginario colectivo y se han encargado de proporcionar las primeras explicaciones no científicas de fenómenos naturales.
a Madre de Agua
Es como una ninfa de las aguas, con aspecto de niña o de jovencita bellísima, de ojos azules pero hipnotizadores y una larga cabellera rubia. La característica más notoria es la de llevar los piececitos volteados hacia atrás, es decir, al contrario de cómo los tenemos los humanos, por eso, quién encuentra sus rastros, cree seguir sus huellas, pero se desorienta porque ella va en sentido contrario.
Cuentan los ribereños, los pescadores, los bogas y vecinos de los grandes ríos, quebradas y lagunas, que los niños predispuestos al embrujo de la madre de agua, siempre sueñan o deliran con una niña bella y rubia que los llama y los invita a una paraje tapizado de flores y un palacio con muchas escalinatas, adornado con oro y piedras preciosas.
En la época de la Conquista, en que la ambición de los colonizadores no solo consistía en fundar poblaciones sino en descubrir y someter tribus indígenas para apoderarse de sus riquezas, salió de Santa Fe una expedición rumbo al río Magdalena. Los indios guías descubrieron un poblado, cuyo cacique era una joven fornido, hermoso, arrogante y valiente, a quien los soldados capturaron con malos tratos y luego fue conducido ante el conquistador. Este lo abrumó a preguntas que el indio se negó a contestar, no sólo por no entender español, sino por la ira que lo devoraba.
El capitán en actitud altiva y soberbia, para castigar el comportamiento del nativo ordenó amarrarlo y azotarlo hasta que confesara dónde guardaba las riquezas de su tribu, mientras tanto iría a preparar una correría por los alrededores del sector.
La hija del avaro castellano estaba observando desde las ventanas de sus habitaciones con ojos de admiración y amor contemplando a aquel coloso, prototipo de una raza fuerte, valerosa y noble.
Tan pronto salió su padre, fue a rogar enternecida al verdugo para que cesara el cruel tormento y lo pusieran en libertad. Esa súplica, que no era una orden, no podía aceptarla el vil soldado porque conocía perfectamente el carácter enérgico, intransigente e irascible de su superior, más sin embargo no pudo negarse al ruego dulce y lastimero de
esa niña encantadora.
La joven española de unos quince años, de ojos azules, ostentaba una larga cabellera dorada, que más parecía una capa de artiseda amarilla por la finura de su pelo. La bella dama miraba ansiosamente al joven cacique, fascinada por la estructura hercúlea de aquel ejemplar semisalvaje.
Cuando quedó libre, ella se acercó. Con dulzura de mujer enamorada lo atrajo y se fue a acompañarlo por el sendero, internándose entre la espesura del bosque.
El aturdido indio no entendía aquel trato, al verla tan cerca, él se miro en sus ojos, azules como el cielo que los cobijaba, tranquilos como el agua de sus pesetas, puros como la florecillas de su huerta.
Ya lejos de las miradas de su padre lo detuvo y allí lo besó apasionadamente.
Conmovida y animosa le manifestó su afecto diciéndole: !Huyamos!, llévame contigo, quiero ser tuya.
El lastimado mancebo atraído por la belleza angelical, rara entre su raza, accedió, la alzó intrépido, corrió, cruzo el río con su amorosa carga y se refugió en el bohío de otro indio amigo suyo, quien la acogió fraternalmente, le suministro materiales para la construcción de su choza y les proporcionó alimentos. Allí vivieron felices y tranquilos. La llegada del primogénito les ocasionó más alegría.
Una india vecina, conocedora del secreto de la joven pareja y sintiéndose desdeñada por el indio, optó por vengarse: escapó a la fortaleza a informar al conquistador el paradero de su hija. Excitado y violento el capitán, corrió al sitio indicado por la envidiosa mujer a desfogar su ira como veneno mortal. Ordenó a los soldados amarrarlos al tronco de un caracolí de la orilla del río. Entretanto, el niño le era arrebatado brutalmente de los brazos de su tierna madre.
El abuelo le decía al pequeñín: "morirás indio inmundo, no quiero descendientes que manchen mi nobleza, tu no eres de mi estirpe, furioso se lo entregó a un soldado para que lo arrojase a la corriente, ante las miradas desorbitadas de sus martirizados padres, quienes hacían esfuerzos sobrehumanos de soltarse y lanzarse al caudal inmenso a rescatar a su hijo, pero todo fue inútil.
Vino luego el martirio del conquistador para atormentar a su hija, humillarla y llevarla sumisa a la fortaleza. El indio fue decapitado ante su joven consorte quien gritaba lastimeramente. Por último la dejaron libre a ella, pero, enloquecida y desesperada por la pérdida de sus dos amores, llamando a su hijo, se lanzo a la corriente y se ahogó.
La leyenda cuenta que en las noches tranquilas y estrelladas se oye una canción de arrullo tierna y delicada, tal parece que surgiera de las aguas, o se deslizara el aura cantarina sobre las espumas del cristal.
La linda rubia que sigue buscando a su querido hijo por los siglos de los siglos, es la MADRE DEL AGUA. La diosa o divinidad de las aguas; o el alma atormentada de aquella madre que no ha logrado encontrar el fruto de su amor.
Por eso, cuando la desesperación llega hasta el extremo, la iracunda diosa sube hasta la fuente de su poderío, hace temblar las montañas, se enlodan las corrientes tornándolas putrefactas y ocasionando pústulas a quienes se bañen en aquellas aguas envenenadas.
Fuente: Costa Pacífica Colombiana

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Atlántico Colombia Guía Turística


Atlántico Colombia
Guía Turística
Ciudad Capital
Barranquilla es la ciudad más importante de la costa Norte colombiana y la cuarta del país.
Esta metrópoli tiene una atractiva oferta de servicios de salud caracterizada por la excelencia de sus profesionales, especializados en cirugía estética, servicios cosmetológicos, odontología, centros de spa y oftalmología. Asimismo, se destacan los centros de medicina reproductiva y de diagnóstico.
Conocida como ‘La Arenosa’, Barranquilla es cuna de la moda en la costa Caribe colombiana. Grandes diseñadores ponen a su disposición elegantes joyas, ropa  interior y vestidos de baño en los diferentes centros comerciales.
Generalidades
Atlántico
2.344.140 hab. De 26 °C a 28 °C
Desde 1 m.s.n.m. hasta 142 m.s.n.m.
3.388 km 2
Latitud 10º 16’ 01” y 11º 04’ 30” norte,
longitud 74º 43’ y 75º16” oeste.
Municipios
Baranoa, Juan de Acosta, Luruaco, Palmar de Varela, Piojó, Ponedera, Puerto Colombia, Sabanagrande, Sabanalarga, Santo Tomás, Soledad, Tubará, Usiacurí.
Geografía
En el territorio atlanticense están presentes dos tipos de paisajes: uno montañoso, que ocupa casi el 45 por ciento del área del departamento con serranías y colinas de poca altura; y otro plano, de terrazas, llanuras, aluviales y ciénagas, que forman los territorios cercanos al canal del Dique, al río Magdalena y su desembocadura al mar en forma de delta.
Dentro de estos dos paisajes naturales se distinguen 4 subregiones: la primera, cercana al río Magdalena de origen aluvial y con tierras bajas e inundables; la segunda, localizada en la parte sur del departamento comprendida por un área cenagosa que se aprovecha en agricultura, merced a obras de infraestructura que propician la desecación y adecuación de estas tierras. Geografía
En el territorio atlanticense están presentes dos tipos de paisajes: uno montañoso, que ocupa casi el 45 por ciento del área del departamento con serranías y colinas de poca altura; y otro plano, de terrazas, llanuras, aluviales y ciénagas, que forman los territorios cercanos al canal del Dique, al río Magdalena y su desembocadura al mar en forma de delta.
Dentro de estos dos paisajes naturales se distinguen 4 subregiones: la primera, cercana al río Magdalena de origen aluvial y con tierras bajas e inundables; la segunda, localizada en la parte sur del departamento comprendida por un área cenagosa que se aprovecha en agricultura, merced a obras de infraestructura que propician la desecación y adecuación de estas tierras
La tercera, aledaña al mar Caribe y de origen sedimentario (fluvial y marítimo) que conforma el litoral y la costa; y la cuarta, relativamente montañosa, está situada en el centro y oeste del departamento con alturas menores a los 500 m.s.n.m.
Este relieve es una prolongación de la serranía de San Jerónimo y puede considerarse como la última ramificación de la cordillera Occidental.
Fuente: Atlántico Colombia                                                                                                                
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CULTURA CALIMA - VIDA DIARIA - CARACTERÍSTICAS

  CULTURA CALIMA VIDA DIARIA CARACTERÍSTICAS La principal actividad económica de esta cultura estaba basada en el comercio de sus esculturas...