Catatumbo, río del norte de Sudamérica


    


Catatumbo, río del norte de Sudamérica que discurre por territorio de Colombia y Venezuela. Tiene su nacimiento en la sierra de Ocaña, ramal perteneciente a la cordillera Oriental colombiana. Su cuenca abarca una superficie de 26.886 km2, de los cuales 16.130 se localizan en territorio colombiano (departamento de Norte de Santander) y el resto en territorio venezolano (estados Zulia y Táchira). Tiene una longitud de 365 km, de los cuales 100 son navegables. Sus afluentes principales son el río Zulia y el Sardinata. Las poblaciones de Ocaña, San Antonio de Táchira, Ureña, San Pedro del Río y La Grita, entre otras, se localizan en su cuenca. Otras tantas ciudades importantes colombianas, entre las que destaca San José de Cúcuta, se ubican también en esta cuenca. Desemboca en el extremo suroeste del lago de Maracaibo, cruzando una extensa comarca cenagosa, producto del elevado volumen de aguas que confluyen en este sector en combinación con el cambio de pendiente en un corto trayecto. Sirve de vía fluvial para el transporte de variados productos agrícolas que se cultivan en la región, entre los que destacan las bayas de las musáceas, y como atracción turística, ya que desde aquí se contempla el fenómeno natural, único en el mundo, conocido como el Relámpago del Catatumbo.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2.007

Región Andina Colombiana Refranes y dichos



Región Andina Colombiana
Refranes y dichos
Muchos refranes nuestros se derivaron de los hispanos. Como ejemplo más válido
está el del poeta Berceo que figura en La celestina, obra española de Rojas que
dice: “ Uno piensa el vayo e otro el que lo ensiya” que en Colombia se transformó
en el andino “Una cosa piensa el burro y otra el que lo está enjalmando” . del
español: “a falta de pan, buenas son tortas” salió el colombiano: “Cuando la chicha
se acaba, los cunchos también son buenos”.
Otros auténticos como el incorporado a una copla que dice:
Esto dijo una vez
el compadre don Facundo:
los hombres y las mujeres
son la gente pior del mundo
Entre los dichos abundantísimos hay algunos originales como “tras de cotudo, con
paperas”; del muy torpe se dice: “Cerrao y trancao por dentro”: de la muy callejera:
“Anda más que gallina de pueblo”; del borracho: “Está más rascao que nalga de
caratejo”.
Adivinanzas
¿Qué es lo primero que hace el burro al salir el sol? (Sombra)
Juan Guaraguao, más alto sentao que parao. (El perro)
 Fuente: Región Andina Colombiana
Convenio 1412/2007
Ministerio de Cultura
Fundación Taller de Arte Junior

Región Costa Pacífica Colombiana - El currulao



Región Costa Pacífica Colombiana
El currulao
Además de las tonadas indígenas, de las que las anteriores sólo son un ejemplo,
es necesario destacar las tonadas mulatas como el Patacoré, el Berejú, la Juga, el
Maquerule, el Aguabajo y el Bunde, pero la tonada básica del Pacífico es el
Currulao, danza muy peculiar y popular en los alrededores de Buenaventura. Este
ritmo es el que predomina a lo largo del litoral y en concepto del folclorista
Guillermo Abadía Morales expresado en su libro "Compendio General de Folklore
Colombiano", es la danza negra más perfecta y dinámica y en ella se pueden
verificar las características de un rito sacramental, saturado de fuerza atávica y un
contenido mágico tan notorio en la expresión que van adquiriendo los rostros
transfigurados en el desenvolvimiento de la danza.
Puede decirse que los danzarines se van poniendo en trance y que, subyugados
por el fondo misterioso de la música, se muestran poseídos de un espíritu
superior, del cual son ellos involuntarios instrumentos. Las gesticulaciones, jadeos,
giro, escorzos, unificados en todo el grupo humano, constituyen un colectivo ente
el coreógrafo que se mueve bajo un idéntico impulso y se expresa en un todo
ritmo plástico, en una oleada humana que se desplaza en dos sentidos
simultáneos: uno de rotación circular unánime sobre la pista de la danza y otro de
traslación lateral en el eje mismo de la danza de parejas enfrentadas. Podemos
estar seguros de que la planimetría del currulao supera todas las danzas que
conocemos, colombianas.
El Patacoré
Como coreografía no difiere del currulao en el caso de que ocurra la sugestión de
danzado. Su nombre distingue más bien a un canto del cual hemos dicho que
podría no ser negro sino derivación de algún canto de cosecha de los indígenas
Embera, llamados también Cholos, ya que la voz patakorá en lengua chola
significa plátano; así pudo existir un canto o tal vez una danza indígena de
fertilidad o cosecha que dio su nombre (y sólo su nombre) a esta variedad negra,
que por ello no dejó de ser un currulao cantado.
El Berejú
Su semejanza con el patacoré es tal, que muchos cantores no saben si una pieza
determinada es el uno o el otro. Quizá, la conjugación de las voces pudo
determinar la única diferencia esencial. Demelia Pantoja, de Tumaco, citada por
Davidson, dice que el Berejú es de ritmo más lento que el patacoré. Su nombre es
africano según Zapata Olivella.
Fuente: Fundación Taller de Arte Junior
Escuela de Danza
Convenio: Ministerio de Cultura
Miranda - Cauca

Parque nacional Paramillo,


  

Parque nacional Paramillo, parque nacional colombiano situado entre los departamentos de Antioquia y Córdoba, al norte de la cordillera Occidental, sobre el macizo de Paramillo. Cubre parte de las serranías de Abibe, San Jerónimo y Ayapel, y de los municipios de Tierralta y Montelíbano, en Córdoba, y Dabeiba y Peque, en Antioquia. Tiene una extensión de 460.000 ha y una temperatura media anual que oscila entre los 27 °C, en las tierras bajas (100 m de altitud), y los 3 °C, en las altas (3.960 m de altitud).
En este parque nacen los ríos Sinú y San Jorge, que drenan la llanura del Caribe. Durante las épocas secas del pleistoceno (cuaternario), mientras dominaban los ecosistemas de desiertos, los bosques secos y las sabanas, las vertientes norte y occidental de las cordilleras constituyeron refugios húmedos donde sobrevivieron las selvas tropicales y andinas. Uno de estos lugares se conoce con el nombre de refugio Sinú-San Jorge. Aquí se desarrolla un bosque húmedo, con especies como las epifitas y, en especial, orquídeas, así como una vegetación de páramo, en donde abunda el frailejón.
Entre la fauna de mamíferos del parque se encuentran dantas, osos de anteojos, venados, micos nocturnos y titís blancos. Existen alrededor de 148 especies de peces, más de la mitad de origen marítimo; penetran por el estuario y ascienden por el río Sinú. Se encuentran también algunas especies endémicas: sabaleta, churua, dorada, brillona y bocachico, que es el pez de mayor importancia económica. En ambientes fluviales se encuentran las tortugas bache, icotea y morrocoy, el caimán aguja y la babilla.
El parque es un centro de conservación de importantes fuentes hídricas, de especies endémicas y de intercambio de biotas andinas con biotas del Chocó y América Central.
La población indígena del parque es descendiente de los emberá; se dedican a la caza, la pesca, la recolección y la agricultura. Son, además, artesanos notables por sus trabajos en cestería y tejidos.
Los frentes de colonización por el sur avanzan amenazando el parque. Las hidroeléctricas Urrá I y II ocuparán aproximadamente 90.000 ha, y la represa de Urrá II otras 68.000 ha, lo que supondrá la destrucción de un 15% de las tierras bajas del parque.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2.007

Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro Guía para visitantes Español



Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro
Guía para visitantes
Español

Tierradentro
en la actualidad
La población actual del municipio de Inzá (801 kilómetros cuadrados)
es de 22.000 personas, en su mayor parte indígenas
pertenecientes a la etnia nasa, que es el grupo étnico indígena
más numeroso de Colombia, con cerca de 120.000 personas (17% de
la población indígena del país). Las lenguas más comunes en Inzá son el
español y el páez o nasa yuwe.
La población indígena nasa de Tierradentro está organizada en
veintiún resguardos, cada uno gobernado por un cabildo elegido por la
comunidad, y siete parcialidades indígenas. Además de los nasa, en este
territorio hay poblaciones indígenas de las etnias guanacas, guambianos,
coconucos y totoroes, aunque éstas son demográficamente mucho más
reducidas.
El Parque Arqueológico de Tierradentro es vecino de los resguardos
indígenas de San Andrés (44 kilómetros cuadrados y 1.570 habitantes) y
Santa Rosa (22 kilómetros cuadrados y 1.050 habitantes).
El patrón actual de vivienda en la región es disperso y muy similar al
reportado por los reconocimientos arqueológicos para los tiempos prehispánicos,
de manera que las casas se encuentran cerca de los cultivos, que
constituyen, como en aquellas épocas, la principal actividad económica.
Cada resguardo posee un pequeño poblado en donde tienen lugar los
mercados semanales y las festividades religiosas. Las iglesias de la época
colonial, de techos de paja de la región, son un atractivo turístico especial.
La vivienda típica actual se construye para albergar a una familia nuclear y
consiste en una estructura rectangular de paredes de caña y piso de barro con
techo a dos aguas. Dentro de las casas tradicionales se ubica un fogón delimitado
por tres piedras enterradas o tulpas.
Las comunidades nasa tienen una economía eminentemente agrícola,
dirigida, sobre todo, al consumo local. Culturalmente, a la tierra le
asignan un valor casi sagrado, por lo cual defienden tenazmente sus parcelas
y sus territorios de resguardo, que son propiedad comunal. La organización
interna de los resguardos y buena parte de la lucha indígena
regional se dirigen a la recuperación de las tierras agrícolas que han perdido
gradualmente los indígenas ante la presión de otras comunidades de
la región que cuentan con ventajas económicas y tecnológicas.
Entre los nasa aún se usa un sistema tradicional de roza y quema,
poco productivo en los suelos desgastados y pendientes de la región. Los
cultivos principales son el maíz, el fríjol, la papa, la arracacha, las habas, el
café, la arveja, la caña de azúcar y la yuca. Las labores agrícolas de roza y
siembra entre los nasa son responsabilidad de los hombres, mientras que
las mujeres y los niños se encargan del cuidado del cultivo. Para las actividades
importantes de la roza y el cultivo, así como para todos los eventos
de importancia, las comunidades organizan grupos de trabajo recíproco
comunal, llamados mingas.
Los miembros del resguardo tienen la responsabilidad de participar
en mingas para trabajos de interés comunal y ejercer los cargos que
se les asignen mediante elección. Los miembros del cabildo así elegidos
reciben como símbolo de su autoridad bastones de mando, elaborados
tradicionalmente en madera de chonta y decorados con borlas de lana y
láminas de plata.
Aunque la fecha de su arribo inicial a la región no se ha establecido
aún, durante el siglo XVI la etnia nasa (conocida anteriormente como “páez”)
ya habitaba la región del Alto Magdalena y, desde entonces, Tierradentro es
una zona considerada como su territorio ancestral. Organizados en cacicazgos
fuertemente centralizados, los paeces eran independientes y guardaban
cierta enemistad con los grupos vecinos, entre ellos los pijaos (al norte)
y los yalcones y timanaes (al sur). A pesar de su rivalidad tradicional, estos
grupos indígenas lograron hacer coaliciones para enfrentar militarmente a
los españoles, a quienes les costó mucho esfuerzo y más de cien años lograr
el control efectivo de la región. Al cabo de ese sangriento periodo solo lograron
sobrevivir algunos grupos de la etnia nasa que se replegaron a las zonas
de acceso más difícil de Tierradentro.
Fuente: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, 2011
Calle 12 nº 2-41, Bogotá, D. C.
Teléfono (57-1) 561 96 00 • Fax, extensión 144
www.icanh.gov.co

CULTURA CALIMA - VIDA DIARIA - CARACTERÍSTICAS

  CULTURA CALIMA VIDA DIARIA CARACTERÍSTICAS La principal actividad económica de esta cultura estaba basada en el comercio de sus esculturas...