Los Piaroa (un término de origen desconocido), también
conocidos como Huo¸ttü¸ ja¸(gente con conocimiento) o De’aruha (señores o
dueños de la selva), son un pueblo de agricultores que habitan principalmente
en zonas boscosas del Orinoco Medio.
El último censo indígena de Venezuela estima su población en
poco más de 14.500 personas, además de otras 800 en Colombia (Arango y Sánchez
1998), y varios estudios coinciden en describirlos como a una población en
crecimiento (Mansutti 1995; Zent 1993). Su lengua, el Huo¸ttü¸ ja¸ ttihuene,
pertenece a la familia Sáliva, una familia lingüística que también incluye a
los Mako, los Sáliva, los Áture (extintos) y posiblemente los Jodï (ver
capítulo sobre los Jodï), quienes conforman una isla independiente en una zona
dominada por pueblos de filiación mayoritariamente
Caribe y Arawaka.
Su territorio en Venezuela ocupa una extensión de alrededor
de 30 mil Km², aproximadamente el área de Bélgica, que abarca las cuencas de
los ríos Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza,
Ventuari y Manapiare, además de los ejes carreteros que conectan Puerto
Ayacucho, capital del Estado Amazonas, con el puerto de Samariapo, al sur, la
cuenca media del Cataniapo,al este, y el Estado Bolívar, al norte. En Colombia
viven entre los ríos Vichada, al norte, y Guaviare, al sur, en la margen
occidental del Orinoco, y sus comunidades se encuentran principalmente en los
resguardos de Matavenfruta, Atanapiramiri yCañozama, en el sur del Departamento
del Vichada.
Durante los últimos cuarenta años los Piaroa han
experimentado grandes cambios sociales y culturales, que incluyeron una
migración masiva hacia áreas de fácil acceso a los bienes, servicios e ideas de
la sociedad nacional, en la periferia de su territorio tradicional. Los centros
de atención médica, en particular, han jugado un rol centralen este
reordenamiento espacial. La biomedicina ha tenido, en general, un impacto
positivo en su salud, si bien ha estimulado una concentración de población
acelerada alrededor de los centros de atención médica, donde los recursos
naturales y la tierra tienden a escasear. Sin embargo, su base económica
continúa siendo agrícola y son relativamente independientes desde el punto de
vista alimenticio.
H i s t o r i a
No se conoce con exactitud la fecha del primer contacto
entre los Piaroa y la sociedad occidental, pero las primeras referencias en la
historia escrita datan de la segunda mitad del siglo XVII, cuando misioneros
jesuitas establecidos entre los ríos Meta y Casanare los contactaron y
describieron como Pearoa, aunque es a partir de mediados del siglo XVIII que
comienza a aparecer el apelativo piaroa y se encuentran observaciones más
precisas en las crónicas del sur del Orinoco, más notablemente en las de Román
(1749), Vega (1750), Alvarado (1760), Solano (1762) y Gilij (1780-84).
Posteriormente establecieron contactos esporádicos con exploradores científicos
del siglo XIX (Humboldt y Bonpland 1814-19; Michelena y Rojas 1867; Creveaux
1883; Chaffanjon 1889) así como con la poca población criolla asentada en el
territorio. Sin embargo, no es sino hasta después de los años sesenta del siglo
XX que entablan relaciones frecuentes con la sociedad nacional y comienzan a
asentarse en áreas de fácil acceso a los mercados y servicios del estado. Las etnografías
de finales de los sesenta, de hecho, los describían como a una sociedad aislada
y temerosa del contacto (Boglar 1970; Monod 1970; Overing 1975; Wilbert 1958).
El aislamiento voluntario en el que se hallaban los Piaroa
para ese entonces, a más de 300 años del primer contacto, se debió
principalmente a que éstos son una sociedad pacífica, desde el punto de vista
físico, cuyas principales estrategias defensivas ante las agresiones externas
eran la evasión y la protección chamánica. Los primeros siglos de la
colonización del Orinoco trajeron consigo violencia, epidemias de nuevas
enfermedades letales, misiones religiosas y tráfico de esclavos, entre otras
fuerzas, a las que los Piaroa se opusieron reduciendo sus relaciones con el
mundo exterior al mínimo, refugiándose en zonas boscosas de difícil acceso,
principalmente entre las serranías del Cuao, el Autana y el río Marieta. Ésta
es el área que hoy identifican como su territorio ancestral (juttoquiyu) y
donde se concentran la mayor parte de sus sitios sagrados (Mansutti 1990; Zent
1992).
El aislamiento relativo en el que se escudaron hasta finales
del siglo XX sirvió también como estrategia de control de las enfermedades
introducidas por los europeos, que estos probablemente veían como otras formas
de agresión externa, debido a que desde su perspectiva la guerra y la
enfermedad están conectadas a un nivel supernatural (ver más adelante). De
hecho, esta visión, reforzada por un patrón de asentamiento disperso y en
permanente movimiento, fue relativamente efectiva en la lucha contra las
enfermedades y las agresiones externas, permitiéndoles sobrevivir a varios de
sus vecinos que mantuvieron contactos más intensos con la sociedad occidental,
como los Áture y los Sáliva. La extinción de sus vecinos dejó grandes áreas
despobladas en los alrededores de su territorio, que los Piaroa fueron poblando
gradualmente (Mansutti 1990). Además, los Piaroa absorbieron a grupos vecinos
diezmados y minoritarios durante los últimos siglos, con lo cual experimentaron
un constante crecimiento, a la vez que se alimentaban las diferencias
culturales que hay al interior de su sociedad, ejemplo de lo cual es la faltade
consenso sobre su propio gentilicio (Zent 1992: 50-51; Zent 1995). El más
recientede estos casos, aún en marcha, es la asimilación de la minoría yabarana
por la mayoría piaroa al este del
territorio. Esta expansión territorial sólo se ha visto interrumpida
porperíodos de violencia o epidemia en la frontera de su territorio, tales como
la violenciadel fin del período de extracción cauchera, durante los cuales se
retraían a su territorio ancestral. Mansutti propone por esto que su patrón
demográfico y territorial ha pasadopor varias expansiones y contracciones a lo
largo de los últimos siglos, aunque siempreal margen de las fronteras de
colonización neo-europea (Mansutti 1990). A mediadosdel siglo XX, sin embargo,
la coincidencia de una serie de eventos hizo que la actitud dela sociedad
piaroa hacia el mundo exterior, y en particular hacia la sociedad nacional,
cambiara radicalmente.
Fuente: LOS PIAROA
( Hu o̧t t ü̧ j a ̧ / De ’ a r u h u a )1
Germán Freire y Stanford Zent