Parque Nacional Natural los Katios - foto: bosque de niebla

Parque nacional de Los Katíos, parque que se encuentra en el extremo noroccidental del territorio de Colombia, justo en los limites con Panamá, hallándose en la jurisdicción de los municipios de Riosucio (Chocó) y Turbo (Antioquia). El parque, creado en 1974, está delimitado al noreste por el río Peye, al oeste y al norte por el río Atrato, al sur el límite corresponde al caño Gumercindo y los ríos Perancho y Cacarica. La superficie que cubre el parque es de alrededor de 72.000 ha. En 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Geológicamente, en el parque se pueden observar cuatro unidades: la primera sobre el curso medio del río Peye conformada por rocas intrusivas del periodo terciario; la segunda formando las colinas a partir de rocas sedimentarias del terciario; en tercer lugar encontramos las planicies no inundables cuya formación superficial la componen series detríticas del pleistoceno, y finalmente la planicie del río Atrato, cuya antigüedad se encuentra entre el pleistoceno superior y el holoceno. El clima varía dentro del parque: en las zonas altas la precipitación alcanza los 10.000 mm anuales y los 23 °C, mientras que en las zonas bajas alcanza sólo los 3.000 mm anuales y los 27 °C. La influencia de la zona de convergencia intertropical conlleva la unimodalidad del régimen de lluvias, presentándose los máximos registros entre los meses de mayo y septiembre. El bioma más extenso del parque es el de la selva húmeda ecuatorial higrofítica, pero los hidrobiomas también son importantes. Entre las especies mas representativas se encuentran el gramalote, la pangana, el chachafruto, platanillos y el cativo dentro del hidrobioma. Dentro del bosque higrofítico se rescatan las especies inga y ficus. De la fauna se destacan la danta, el manatí, el puma y el oso andino; así mismo se encuentran 400 especies de aves. Los indígenas que habitan actualmente la región son de la familia emberá-katío, que dan nombre al parque.
Fuente: Encarta 2.007.

Cultura Embera Chamy

Organizados en resguardos, en el municipio de Puerto Rico, Risaralda, occidente del departamento encontramos a esta cultura milenaria. Muchos de sus integrantes han salido de sus territorios a causa
del conflicto armado que se vive en Colombia. Es común encontrarlos en Bogota paseándose por sus
calles, pidiendo limosna para sobrevivir, han sido despojados de sus tierras y atropellados en sus pro-
pios territorios.
Los embera y los waunana  o wounaan
Se dedican a la agricultura itinerante en los territorios de la selva húmeda tropical. Cultivan el maíz, la yuca y el plátano, y complementan su dieta con la caza y la pesca. Su cerámica tradicional casi ha desaparecido, pero se mantiene la talla en madera. Reconocen las líneas materna y paterna de parentesco.
Viven en tambos, viviendas circulares levantadas sobre pilotes. Sus figuras líderes son el ‘jaibaná’ para los emberá y el ‘benhuna’ para los waunana, que son ante todo chamanes, ‘hombres-medicina’, aunque en el pasado podían hacer el mal. Los emberá llaman Tatzitzetze al Creador del Universo, pero su dios principal es Karagabí, su hijo. Su ámbito sobrenatural se divide en cuatro mundos adelante y cuatro atrás.
La acción colonizadora de los campesinos y las misiones católicas han influido de forma especial sobre estas comunidades, muchas de las cuales se han integrado a la vida rural y urbana de las ciudades cercanas, como Medellín y Pereira. En los últimos años se ha dado un proceso de organización regional que ha favorecido a esta población, especialmente en asuntos relacionados con educación y rescate de la lengua tradicional.
Los emberá son muy activos en la política indigenista de Colombia y Panamá. Fue en este último país donde se promulgó una de las primeras Constituciones por las que se autorregulan los pueblos amerindios: la Carta Orgánica del Pueblo Emberá y Wounaan (Lajas Blancas, 1993). En el lado colombiano, uno de los padres de la Constitución de 1991 fue el abogado emberá Francisco Rojas Birry., hoy personero de Bogota . Ascienden a 60.000 personas en Colombia y 15.000 en Panamá.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2.006

Mongui- catedral y plaza principal

Mongui- Boyaca - patrimonio cultural

Gregorio Vázquez de Arce (1638-1711)

Gregorio Vázquez de Arce (1638-1711), pintor colombiano. Ningún otro artista del periodo colonial en la Nueva Granada (cuando este territorio pertenecía al virreinato del Perú) presenta una obra de más calidad y más hondo contenido humano.
Nació en Santafé de Bogotá y estudió con los jesuitas. Más tarde pasó al taller de la familia Figueroa en calidad de aprendiz, donde recibió la influencia de la pintura de la escuela andaluza del siglo XV. En 1657 apareció su primer trabajo firmado, La huida a Egipto, y pronto logró vivir de su pintura por el reconocimiento que se le tenía en el medio. Como casi todos los pintores de esa época, realizó por encargo obras de tipo religioso con el fin de excitar la devoción en iglesias, conventos o alcobas privadas. La imaginería fue en la colonia un instrumento de evangelización. Su obra está conformada por más de 500 cuadros que en su mayoría reposan en el Museo Colonial, en la capilla del Sagrario y en la iglesia de San Ignacio en Bogotá. Hay también lienzos en la iglesia de Monguí, de Tunja, Pamplona, Neiva y Funza. Entre sus más importantes trabajos cabe mencionar: La predicación de San Francisco Javier y San Francisco Javier moribundo, por su sentido de la composición y la expresión de los sentimientos, y Las estaciones y Entrega de una obra a las Agustinas, por el dominio del color y calidad del dibujo.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2.007.

CULTURA CALIMA - VIDA DIARIA - CARACTERÍSTICAS

  CULTURA CALIMA VIDA DIARIA CARACTERÍSTICAS La principal actividad económica de esta cultura estaba basada en el comercio de sus esculturas...